Práctica grupal número 3: Ensayo de competencias, saber y herramientas para aprender
Conclusión: ¿Competencias, otros saberes o herramientas para aprender?
Diseño, Desarrollo e Innovación del Currículum
2020/2021
2ºB Pedagogía
Baz Pérez Marta
Frías Jorquera Andrea
Gallego García Lucía
Nos atrevemos a decir que todos o casi todos, durante nuestra estancia en la educación secundaria principalmente, hemos sentido la desmotivación mientras estudiábamos la asignatura o asignaturas que no nos gustaban, pensando incluso: pero ¿de qué me va a servir esto en un futuro?. Nosotras cómo estudiantes que hemos sido y somos lo hemos sentido, realmente nos ha hecho reflexionar sobre la educación que recibimos desde la secundaria, nos ha hecho plantearnos qué importancia tienen unas asignaturas sobre otras y por qué, a qué se debe, puesto que conforme hemos ido creciendo nos hemos dado cuenta que igual asignaturas consideradas como optativas nos han servido más en nuestro día a día qué asignaturas troncales.
La educación es un término muy complejo, amplio y dificultoso. La educación, y más centrada en la etapa secundaria, debe de abordar una serie de competencias actitudinales, conceptuales y procedimentales. El problema de ello, es que nos metemos en un terreno complicado, difícil de gestionar, las diferentes competencias.
En el currículum, general, en nuestra trayectoria educativa, podemos observar cómo se destinan un porcentaje elevado de horas a asignaturas que se pueden considerar troncales, estas ya, de por si, se consideran más importantes, pero no sólo porque tengan más horas, sino, que nosotros mismos les hemos dado mayor importancia. En nuestro caso ¿cuántas veces nuestros padres, al ver las notas observaban primero asignaturas como matemáticas o ciencias? Podríamos decir que siempre, y esto, también, es un problema a la hora de hacer algún tipo de reformas educativas, y con ello, en el currículum. Tenemos que dar un giro a la sociedad, hacer ver que las disciplinas que se pueden considerar más frágiles pueden ser las que más utilicemos en nuestro futuro. Pero como ya sabemos, no sólo son los padres quienes influyen en el currículum, sino que son múltiples agentes,es todo aquello que concierne al alumno; el estado, la comunidad educativa, el equipo docente y como no, la familia.
Casualmente, asignaturas que en la etapa educativa tienen una mayor relevancia, son las más olvidadas si no nos dedicamos profesionalmente a ello, ya que no las utilizamos en nuestro día a día. En cambio, es imposible abarcar todas las competencias, al igual que es inviable formar a cada sujeto en las competencias que más destaque y dar una enseñanza con el mismo horario lectivo para todas, pero para ello igual debemos de dar una preparación de conocimientos que en un futuro, llevemos a la práctica, de una forma más general.
Incluso hemos visto cómo asignaturas que se cursan en el bachiller quieren ser eliminadas, no es que se reduzcan las horas, es que se eliminan del currículum establecido, por ejemplo, la filosofía. La consideramos como un conocimiento clave, podemos apreciar el poder que tiene la filosofía de la educación, formando sujetos, personas que el día de mañana serán quienes formen nuestra sociedad. La filosofía, se imparte en la adolescencia, un período de desarrollo psicológico y social complicado. Y en esta etapa es cuando nos surgen preguntas sin respuesta, y ésta, la asignatura que se quiere erradicar, es la cual nos ayuda a orientarnos, a comprenderlas, defender nuestras ideas y demostrar si tenemos razón o nos equivocamos, algo difícil de aceptar en estas edades.
Pero no sólo lo vemos en la etapa escolar obligatoria, en la universidad también observamos que algunas asignaturas tienen mayor poder, establecido por una serie de créditos, estos a su vez, con un valor económico superior, dependiendo de si la asignatura se considera obligatoria u optativa. Al fin y al cabo, la educación es una acción política, está bajo una mercantilización, y a parte de ello, los intereses que están en juego, algunos dominantes; como políticos, económicos, sociales y culturales.
Por ello, observamos que los intereses no son únicamente escolares, son a la vez científicos y culturales. Los gobiernos no tratan de plantear una reforma, debido a que no son capaces de crear un debate nacional sobre cultura escolar y de invitar con firmeza los “lobbies” disciplinarios a que pongan el freno a sus intereses para preocuparse un momento, del bien común y la adecuación del currículum global que comprenda la evolución de las sociedades y a las necesidades de futuros adultos. Además dicho gobierno se enfrentaría a unas posiciones corporativas considerables, tanto entre los maestros de enseñanza secundaria como en las universidades, ya que cuando se está jugando con la defensa de empleos cada profesor-investigador defienden su disciplina cada vez más atacada en un frente u otro.
Como hemos dicho anteriormente, es un problema intrínseco de la sociedad, muy normalizado, pero no sólo nacional, sino internacional. El Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, más conocido como informe PISA, se encarga de evaluar, entre 80 países, las competencias más troncales de la Educación Secundaria Obligatoria: matemáticas, ciencias y lectura. Aunque en los últimos años se está llevando a cabo la introducción de una competencia innovadora, como pensamiento creativo o resolución de problemas. Pero aún así, a pesar de esta innovación, se siguen centrando en las mismas competencias, las cuales consideramos durante la etapa escolar, con una mayor importancia. Por ello, creemos que necesitamos un cambio en relación al currículum, que tenga mayor flexibilidad, que este sea focalizado en diferentes herramientas y que nos ayude a preparar un alumnado para este mundo, el cual se encuentra expuesto a múltiples cambios.
Además hemos querido llevar a cabo el ejercicio que Philipe Perroud nos invita a realizar en dicho texto, una lista sobre la competencias, las cuales podrían introducirse en el sistema, pensando en la vida de los jóvenes y adultos en la sociedad. Hemos llegado a la siguiente conclusión, basándonos también en nuestra particular experiencia como estudiantes:
Principalmente, saber conocernos, tener la capacidad para construir una identidad. A menudo existen muchos alumnos que desde su comienzo de la pubertad se encuentran perdidos con su sexualidad o su personalidad, y esto, a muchos, les hace tener una autoestima baja, lo que en ocasiones puede desencadenar al acoso, por parte de otros alumnos o tener problemas en casa.
Aprender a ser independientes. Para poder tomar nuestras propias decisiones, sin la intervención de nadie, ser capaz de relacionarnos con otras personas sin tener la necesidad de depender de ellos, y tener por delante siempre nuestros principios y valores.
Saber anticipar y construir proyectos, algo que vemos transcendental, ya que hay alumnos que llegan hasta segundo de bachiller, sin saber qué quieren estudiar, lo cual es normal, porque es una edad en la que todavía no se ha alcanzado la suficiente madurez para tomar una decisión tan influyente en nuestro futuro, pero aún así, vemos necesaria esta competencia en el sistema para dar una representación, y tomar una decisión de lo que uno quisiera hacer en los próximos años, en el futuro profesional y de las condiciones a cumplir para lograrlo.
Saber orientarse en el mundo laboral, para evitar futuras estafas de trabajos o sobreexplotación y aunque haya agentes externos que nos ayuden en términos legales,debemos tener unas nociones básicas sobre la introducción al mundo laboral.
Aprender metodologías para el estudio, para saber organizarse a la hora de estudiar, utilizar tácticas para ello y tener autonomía a la hora de aprender los conocimientos.
Como conclusión nos ha surgido tal pregunta cómo: ¿Por qué la escuela no nos prepara para la vida? Esta cuestión nos ha hecho plantearnos las competencias nombradas anteriormente, puesto que sabemos, que es difícil cambiar un currículum escolar para adaptarlo a todos y cada uno de los alumnos, pero cómo hemos podido leer se trata de establecer una vía intermedia, la cual trata de no orientar todo el currículo hacia el desarrollo de competencias pero, sí ,desarrollar algunas, las que casi todos los jóvenes necesitarían desde los 15 o 16 años o incluso antes.
Un currículum que se corresponda con las competencias de las que hablamos podría ser el sociocrítico, ya que tratan de organizar el conocimiento para dar respuesta a problemas sociales, así como basarse en las relaciones igualitarias, y tener por valores la autonomía, la libertad, la emancipación social y empoderamiento colectivo. Gracias a este currículum podríamos acercar más la educación de los niños a los problemas sociales a los que se van a tener que enfrentar en su vida diaria, de nada serviría que un niño consiga ser el mejor médico del mundo y no tenga empatía por los demás.
Perrenoud, P. (2012). Cuando la escuela pretende preparar para la vida. ¿Desarrollar competencias o enseñar otros saberes?. Barcelona: Graó. (https://ondecperu.org/wp-content/uploads/2020/02/PERRENOUD-Cuando-La-Escuela-Pretende-Preparar-Para-La-Vida-1.pdf
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